Por Carlos Yago Granell
Ayer, día 6 de marzo tuvo lugar una de las tantas finales que les quedaran a ambos equipos para mantenerse en la élite del fútbol español. Esa final se jugó en Orriols, y enfrentó a los granotas contra los armeros. El conjunto armero dirigido por Garitano,se encuentra en su peor momento de forma, en una temporada que para ellos comenzó de ensueño y va de mal en peor. El equipo granota afrontaba esta final como un partido decisivo, vital para las aspiraciones de la salvación y para salir del descenso cogiendo aire en la clasificación.
Empezó un partido que no se esperaba ni muchos menos tranquilo, pero tampoco animado, con un publico granota orgulloso y con ganas el Ciutat se volvía a vestir de gala recibiendo una entrada de las grandes citas en Orriols. Se acercaron unos 17 mil fieles granotas a apoyar a su equipo en lo que iba a ser otra final mas.
Los primeros minutos en el campo, fueron claro reflejo de la mala situación por la que pasan los dos equipos. Un Levante que sigue buscando un estilo de juego diferente, lo comandó un gran Camarasa que se lució en el medio campo repartiendo pases y juego a los suyos, tomando cada día mas la batuta del Levante. Un juego de posesión, de toque y por las bandas, nunca olvidando un estilo, una manera de jugar, un juego que a pesar de que se intente cambiar nuca se olvidará. Lo mas destacable en la primera parte del Levante fueron las bandas, unos extremos que disfrutan de un gran estado de forma. La única jugada del Levante llegó por la banda, pero sin hacer peligro. El equipo armero, con sus armas en el campo, se refugió atras esperando alguna oportunidad que no tardaría en llegar.
Acabó la primera parte en el ciutat sin juego, sin ocasiones y sin destacar gran cosa de ambos equipos que esperaban a que les llegará alguna ocasión para materializar un partido que iba de mas a menos cada minuto que pasaba.
Un Eibar que en sus últimas 6 derrotas ha notado mucho la baja de una de sus bazas en todos los partidos, un portento defensivo que estaba tanto en las jugadas en defensa como en ataque, el valenciano Albentosa, recien vendido en el mercado de invierno al Derby County.
Comenzó la segunda parte con unos afionados granotas ilusionados por que su equipo consiguiera los tres puntos mientras seguían animando a su equipo. Dicha alegría por parte de los aficionados, no fue reflejada en el terreno de juego por unos levantinistas que a medida que pasaban los minutos se dormian y dejaban terreno de juego a unos armeros que se atrevieron e intercambiaron los papeles, esta vez en la segunda mitad los armeros atacaban y los granotas se refugiaban atras esperando su oportunidad.
Llegaban los armeros cada vez mas, acechando la portería de Mariño, la primera llegó de las botas de un gran Saúl Berjón que a doble disparo no consiguió atinar provocando una gran estirada de Mariño para que el balón no entrará a puerta. Un Saúl que ha conseguido abrirse un hueco en primera con el Eibar, primero en gran forma jugando para los barceloneses en la cantera, después brillando de manera espectacular en un Murcia que jugó los playoffs de ascenso a primera, despertando el interés del Eibar, equipo al que actualmente defiende sus colores.
Esta vez, un Eibar omnipresente en todas las posiciones del campo, jugando balones largos, le llegó la pelota al ex sevillista Manuel del Moral que le pasó el balón al central Bóveda que estaba esperando en la banda, el central mandó un centro muy bueno al medio Saúl que con una media chilena marcó un golazo que puso patas arriba los planes granotas. Esta vez Mariño no lo pudo evitar, Saúl que cómo en la ida peinó un balón que le vino del córner marcando un golazo. Esta vez remató de chilena la pelota que le mandó el central Bóveda.
El Levante con necesidad de hacer cambios y reaccionar, lo hizó, se atrevió, Alcaraz mandó al banquillo a un Rubén que prácticamente no se le vio por el campo, un cambió que fue pitado por los aficionados granotas, una acción que se le criticó mucho al técnico Alcaraz y entró al campo el marroquí Nabil el Zhar.
Con un gran Nabil y un desconcertado Eibar llegó en el 65 una jugada que iba cambiar el partido.El criticado Nabil se zafó con facilidad de dos defensas armeros y centró el balón hacia un Toño que disparó llegándole la pelota a Barral que con mas suerte que calidad hizo el primer gol granota, un gol que para los afionados granotas ya les hacía pensar en otra épica, en otra remontada.
En escasos minutos después, dos exactamente, despejó de mala manera Raúl Navas, Ekiza tampoco acertó y un último error entre tres defensas armeros dejó solo al Nigeriano Kalu Uche que marcó el gol de la remontada. El tercer gol de Kalu en liga, un jugador que esta cumpliendo su rol, el de nuevo goleador granota.
Porfin llegó, decían los granotas, otra ansiada y sufrida remontada, otra vez y como ultimamente viene siendo, el Levante remontaba un partido, sufriendo como siempre, pero los deberes ya estaban hechos, al igual que contra el Málaga y Granada el Levante remontaba y Barral marcaba un gol.
Salió kalu con una gran ovación, todo el campo se levantó, todos aplaudiendo a un gran Kalu Uche que con 32 años cada día se acomoda mas en Orriols, en Valencia.
Sin menospreciar a un Eibar prácticamente hundido, Garitano lo hizo bien y no entró en la desesperación, dio entrada a dos jugadores ofensivos, primero al capitán Arruabarrena y después al tanque Pio un jugador descomunal que después de vestir las casacas de 6 equipos diferentes, cedido por la Sampdoria, ha encontrado su sitio en Ipúrua con una gran forma y paseando su calidad por los campos españoles además de sus peleas y goles. A pesar de los cambios atrevidos y las ganas de empatar el Eibar entró en tensión Dani García acabó expulsado y eso provocó que el Levante consiguiera la posesión, agotando el partido, y las ocasiones del Eibar prácticamente inexistentes con toque y toque en el campo.
El árbitro añadió el descuentó, los granotas no tuvieron miedo y no se encerraron, pero hasta el último minuto el Eibar pudo empatar, en el 94 se sacó un córner que para alegría granota Simao despejó una buena manera y el árbitro pitó el final.
El Levante volvía a sufrir pero con casta y coraje como se caracteriza a este equipo se consiguió los tres puntos, unos tres puntos que valen quilates, al igual que los de las sufridas remontadas de Granada y Málaga permitiéndoles respirar y coger aire colocándose con 25 puntos que visitando el Bernabéu la próxima semana, los tres puntos son importantisimos para no sufrir tanto.
El equipo armero que volvía a perder. Una derrota que los deja de capa caída y con 7 consecutivas. Estaba el conjunto eibarrense en una posición tranquila, pero se complica la vida entrando en la llamada pelea por la salvación.
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